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El Currículum Vitae

 

El Currículum Vitae es la herramienta más importante de promoción para conseguir un buen trabajo, por lo que hemos decidido ayudarte y así facilitar tu inclusión al mundo laboral.

 

Antes de comenzar a escribir el currículum

 

Para iniciar la elaboración de tú currículum es importante tener en claro cuál es la información que vas a compartir y el orden como la vas a mostrar.

 

El currículum es tu carta de presentación hacia una empresa, por lo que debes presentar todos los datos de manera clara, concisa y cuidando mucho la redacción y faltas de ortografía. Ten en cuenta que debes causar una buena impresión desde un inicio para facilitar tu contratación.
• ¿Para quién quiero trabajar? – Es muy importante conocer la empresa para la que quieres trabajar y saber qué es lo que busca. Así podrás enfocar el currículum en aquello que puede ofrecerles.
• ¿Qué puesto me interesa? – Es bueno tener en mente el puesto concreto y conocer cuáles son las habilidades que requiere. Así mismo, conviene tener clara la valoración de tus experiencias anteriores para no volver a repetir en funciones en las que no se está a gusto.
• ¿Estoy capacitado? – Plantéate si tienes los requisitos que te exigen. Si los tienes, destácalos. Destaca además si te has actualizado recientemente.

• ¿Cuáles son mis logros? – Céntrate en aquello que sabes hacer bien y de los que te puedes sentir satisfecho. Si tiene que ver con el puesto de trabajo, mucho mejor.

• ¿Cuál ha sido mi experiencia laboral? – Analiza tu trayectoria profesional. Busca formas de plasmar positivamente cada tarea que has hecho.
• ¿Qué idiomas hablo? – Los idiomas son uno de las capacidades más demandadas actualmente por las empresas. Si sabes alguno, destácalo.
• ¿Qué programas de computación domino? – Haz un listado con aquellos programas que conoces y analiza cuál es tu nivel de manejo. Resalta aquellos que puedan interesar al quien ha de contratarte.
• ¿Qué otros conocimientos tengo? – Hay muchas experiencias que puede resultar útil incluirlas en el currículum: trabajos voluntarios, estancias en el extranjero. Demuestran tu capacidad y tus inquietudes

 

Una vez contestadas estas preguntas, tendrás una visión general y clara de armar tu currículum.

 

Tipos de currículum
Una misma información se puede organizar de formas muy diferentes. Dependiendo de la estructura que elijas estarás dando más importancia a unos aspectos y no a otros.

 

Existen fundamentalmente tres tipos de currículum, según la forma en que esté organizada la información:
• Currículum cronológico: Este tipo de currículum, como su propio nombre indica, es aquel que organiza la información cronológicamente, partiendo de los logros más antiguos y llegando hasta los más recientes. Esto permite al reclutador de personal conocer la evolución ascendente de tu carrera profesional.

• Currículum funcional o temático: A diferencia del currículum cronológico, el funcional distribuye la información por temas. De esta forma, permite proporcionar un conocimiento rápido de tu formación y experiencia en un ámbito determinado. Además, al no seguir una progresión cronológica, permite seleccionar los puntos positivos, destacar las habilidades propias y logros conseguidos, al tiempo que se omiten o los no deseados.

• Currículum combinado o mixto: Es el más completo de los tres modelos, aunque, por ello, también es el más complejo de elaborar. A grandes rasgos, el currículum combinado es una mezcla del cronológico y del temático. Parte siempre del modelo funcional, organizando la información por áreas temáticas o profesionales, para llegar después a la organización en el tiempo. De esta forma se destacan las habilidades que se tienen al tiempo que se refleja la experiencia y la formación.

 

¿Qué tipo de currículum me conviene más?
Como hemos visto, existen diferentes formas de organizar el currículum: cronológicamente, temáticamente, o de forma combinada. Cada tipo de currículum resalta o enfatiza diferentes aspectos de los estudios o experiencia del candidato. Por ello, te convendrá más uno u otro, dependiendo de tu caso concreto. Desde nuestra web queremos ayudarte a que encuentres el más adecuado:

• Si eres recién egresado o sin experiencia
Debes demostrar y acreditar tu potencial, tus capacidades y tu valor por encima de la experiencia. Por ello es especialmente importante trabajar la sección de habilidades, conocimientos, los logros conseguidos en los estudios, los viajes, idiomas… Para ello, el currículum que más te convendrá será posiblemente el funcional o temático.

• Si eres un profesional con experiencia destacada
Si llevas tiempo trabajando y has experimentado una progresión en tu carrera profesional, te interesará destacarlo. Para ello, lo mejor será que te decantes por una solución cronológica, o bien por una combinada, ya que este último destaca, además de los objetivos y los logros conseguidos y las habilidades, en la promoción y el desarrollo de la carrera profesional.

• Si eres ejecutivo o autónomo
En este caso también te interesa el funcional o temático, ya que se centra y destaca los objetivos conseguidos como responsable de un departamento o de una empresa, los problemas resueltos, los proyectos desarrollados y la capacidad de liderazgo de equipo.

 

Reglas básicas para escribir el currículum
1. Tu currículum no debe pasar de una o dos hojas, como máximo.

2. Utiliza un papel de color blanco de calidad tamaño carta.

3. Escribe con una fuente “Arial” y espaciada que facilite la lectura.

4. Evita los adornos y no abuses de los colores, si quieres resaltar algunos puntos, utiliza las negritas.

5. Respeta los márgenes, deja espacio entre los párrafos y escribe por una sola cara de la hoja.

6. Cuida la redacción y los errores de ortografía. Demuestra al máximo tu riqueza verbal y utiliza sinónimos para evitar repeticiones excesivas.

7. No utilices abreviaturas.

8. Resalta tus mejores habilidades.

9. No plasmes fracasos. Vende lo mejor de ti mismo.

10. No incluyas documentos y títulos que te acrediten, hasta que te los soliciten.

11. Envía siempre impresiones originales, no manejes fotocopias.

12. La fotografía que adjuntes ha de ser reciente, de tamaño infantil y bien proporcionado las dimensiones, preferentemente a color.
Lo que debe contener
Dependiendo de la estructura de currículum que elijas, deberás incluir unas secciones y abstenerse a otras.

Es importante llevar una organización cronológica para facilitar su lectura.
1. Datos Personales: Nombre completo, fecha de nacimiento, dirección, teléfono y dirección de correo electrónico.

2. Formación Académica: Si cuentas con estudios superiores, sólo anotar estos, en caso contrario sólo anotar los últimos dos, así como en dónde los efectuaste.

3. Otros Estudios: Cursos ó diplomados.

4. Experiencia Profesional: Experiencia que pueda ser de interés para la empresa a la cual quieres trabajar.
5. Idiomas: Menciona los idiomas que hable y el nivel de conocimiento.

6. Informática: Resalta los programas que más domines y que sean útiles para el puesto que pretendes conseguir.
Con estos puntos base, puedes ir estructurando tú currículum y adecuarlo en acorde a la vacante de tú interés.
La carta de presentación
Una vez terminado el currículum, necesitarás redactar, además, una carta de presentación dirigida al potencial empleador. La función de esta carta es llamar su atención, marcar la diferencia con los demás aspirantes al puesto y, en definitiva, conseguir una entrevista personal.

No hay que olvidar que la carta puede ser tan importante como el currículum, ya que, aunque en ella no se describen conocimientos y experiencia profesional, sí que quedan plasmadas las actitudes: reflejan el interés que tiene el candidato por la empresa y el puesto de trabajo que solicita, la capacidad de comunicación e incluso dejar ver una parte de su personalidad.

Al contestar un anuncio no debemos olvidar nunca que la carta que enviamos es nuestra presentación y que es acerca de ella sobre la que se va a emitir un juicio. La empresa no tiene otra forma de hacerse una idea sobre nosotros que analizando el currículum y la carta que lo acompaña.

Cómo escribir la carta de presentación
Una carta de presentación tiene que ser muy profesional y estar redactada de forma clara, concisa y sin faltas de ortografía. Su contenido ha de ir dirigido a explicar porqué el candidato reúne los requisitos del puesto, destacando y dirigiendo la atención del seleccionador hacia las habilidades, capacidades y conocimientos que el candidato ha demostrado, con ejemplos concretos basados en su experiencia anterior o en su experiencia no laboral.

En toda carta de presentación deben estar presentes las siguientes partes

• Saludo: Cada carta debe estar dirigida a la persona con la que te interesa hablar, es decir, aquella que puede contratarte. Puedes intentar dirigirte directamente a la persona para la cual vas a trabajar si te dan el puesto. Habla con la empresa para asegurarte de que tienes el nombre correcto, y escríbelo correctamente.

• Introducción: La introducción tiene que apelar al lector. Las cartas de presentación son cartas para “venderte”, están hechas para llamar la atención de la persona que puede contratarte. Preséntate y explica el objetivo de la carta: porqué te interesa la empresa a la que escribes, el sector y el puesto en particular. Si conoces bien la compañía a la que optas, utilízalo. Menciona proyectos que se están desarrollando, galardones recientes o comentarios favorables que se hayan publicado recientemente sobre ella. Si estás respondiendo a un anuncio de una oferta de empleo, es este el lugar para mencionarlo.

• Cuerpo: Esta es la parte que tiene que aprovechar para “venderte” bien, para mostrar a la empresa, que es lo que tienes que ofrecer y porque necesitan contratarte. Así, explica aquí qué es lo puedes aportas (logros, experiencia), qué habilidades y capacidades tienes y podrás utilizar para desarrollar las funciones del puesto.

• Cierre: No puedes tener lo que no has pedido. Al final de la carta, pide una entrevista. Se creativo, no uses el tópico “espero su llamada”. Menciona que puedes llamar para concertar una cita o reunión, no una entrevista. Propón. Termina con algún cumplido estándar pero cercano, seguido de tu firma. También puedes incluir tu número de teléfono bajo la firma, a modo de recordatorio.

 

Cómo contestar una entrevista de trabajo exitosamente
(Fuente http://www.lucas5.com/)
• Si bien en el transcurso de la entrevista de trabajo te pueden hacer todo tipo de preguntas las cuales se pueden contestar de formas muy diferentes, hay ciertos lineamientos que al seguirlos te pueden asegurar un mejor desempeño en la misma. Los entrevistadores no están tratando de torturarte por diversión. Usan preguntas difíciles para enterarse de cosas en particular. Es para conocerte lo más profundamente en el menor tiempo posible y así tomar una decisión acertada. Aquí te presentamos un resumen de ideas para que te bases en ellas en tus próximas entrevistas laborales.
• Sé positivo al dar tus razonamientos de por qué quieres dejar tu trabajo actual. (O porqué dejaste los anteriores). La palabra clave a recordar es MÁS. Quieres MAS responsabilidad, MAS retos, Mas oportunidades y si quieres MAS dinero, NO LO DIGAS.
• Si te despidieron por recorte de personal pídele a tu ex-jefe que te haga una carta de recomendación, echándote todas las flores posibles. Si fuiste despedido por diferencias en carácter y no es buena idea que hablen con tu ex-jefe, explica la situación, enfatiza lo que aprendiste de la experiencia, sé lo más positivo que puedas, y no entres en apasionamientos. No quieres que te etiqueten de conflictivo.
• Nunca hables mal de tus jefes anteriores. Aunque el entrevistador ponga cara de ángel y te diga ¿te escucho, puedes confiar en mí, cuéntame? No despotriques, criticando a media humanidad. Te recuerdo que el entrevistador no es tu psicoanalista, y no vas a ganar simpatía por contarle tus intimidades o conflictos, al contrario.
• Dirige tus respuestas para que el entrevistador piense que su vacante está dentro de tus metas a corto plazo. Sólo trata de sonar sincero, no demasiado barbero. No estés con actitud de sin ti, me muero.
• Sé honesto, pero acuérdate que debes enfatizar tus cualidades y disimular tus defectos. Si tienes que hablar de experiencias negativas, señala lo que aprendiste de ellas y porqué no vas a cometer los mismos errores otra vez. Concéntrate de que forma has aprendido de tus errores, usando ejemplos de cómo has cambiado como consecuencia de éstos.
• Usa situaciones de trabajo específicas para ejemplificar las preguntas. Si sientes que la entrevista se está volviendo abstracta da respuestas concretas para regresar al entrevistador a este planeta. Da ejemplos concretos de tu experiencia pasada. No digas que eres organizado, explica mejor cómo organizaste un proyecto complejo de principio a fin.
• Cuida tus palabras. Asegúrate que estás contestando preguntas, y no desviando la entrevista en tu propia desventaja. EJEMPLO: di que estás buscando más retos en vez de decir que el jefe no te daba suficiente trabajo.
• Ajusta tus respuestas para el puesto que estás buscando. Aprende lo más que puedas de la vacante para la que estás aplicando, antes de ir a la entrevista. Entonces cuando hables de tus propios logros, habilidades y experiencia, dilo en términos de los requerimientos de ese trabajo, y las metas de la Compañía.
• No exageres. Tus logros y responsabilidades deben hablar por ellos mismos. Si sientes que te faltaron oportunidades para hacer algo significativo en el pasado pues dilo. Si tú modificas la verdad, hay muchas formas en que un entrevistador astuto puede delatarte. No aprendas a la mala, te puede costar el trabajo.
• No te muestres desesperado, ni siquiera aunque no tengas trabajo. Concéntrate en expresar tu interés genuino y entusiasmo por las oportunidades en el trabajo prospecto, como más responsabilidad, más conocimientos y hasta más dinero.
• Evita la negatividad. Tú no quieres que el entrevistador te asocie con nada negativo, ni palabras ni sentimientos.
• Haz lo mejor de tu posición actual. Debes crear la impresión de que eres un trabajador positivo que trata de hacer lo mejor en cualquier situación. Y de nuevo enfatiza, que no trates de parecer muy desesperado. Para los entrevistadores desesperado es = a barato.
• Investiga todo lo que puedas de la empresa y sus metas, y cómo la vacante contribuye al cumplimiento de las metas de la Cía.
• Muestra experiencia y seguridad en ti mismo. Da buenas respuestas dando ejemplos concretos y relevantes con el puesto que estás buscando.
• Sé humilde: Da la impresión que tienes la suficiente habilidad para triunfar conforme se vayan presentando las oportunidades. Pero evita dar la impresión que eres un workaholic listo para triunfar sin importar a costa de qué o quién.
• Muestra tus logros profesionales con una vida personal satisfactoria. Mucha gente piensa que los candidatos que sólo hablan de trabajo, tienen la mejor oportunidad de obtener el trabajo. Pero siempre hay un ¿tú? que existe después de la hora laboral. Y los entrevistadores quieren conocer a esa persona también.
• La guía para contestar preguntas personales es la misma que para respuestas relativas al trabajo. Mantente positivo. Deja que el entrevistador conozca los mejores aspectos de tu personalidad. Sólo ten cuidado de no hablar demasiado, no sea que bajo el encanto de que la entrevista ha marchado de maravilla, te sientas cómodo y feliz hablando de las monerías de tus hijos y tengas al pobre entrevistador asoleado.

 

• Enfatiza las características que las empresas siempre buscan: Entusiasmo, seguridad en ti mismo, energía, responsable y honesto. Da respuestas que reflejen estas características. Si tú tuvieras una empresa a quién contratarías, a alguien que resolviera problemas, entusiasta, trabajador y que cumpla objetivos.
• Ante una pregunta difícil es totalmente válido tomarte tu tiempo para pensar antes de contestar lo primero que se te venga a la mente, así no va a parecer que decides en caliente sino que evalúas bien tus decisiones.
• Admite que tienes mucho que aprender de la empresa y del puesto en particular, este acercamiento es más efectivo a que te pongas como el sabelotodo infalible.
• Para recién graduados.
• No temas admitir que hay cosas que no sabes, y que cuando necesites ayuda asegúrate que el entrevistador sepa que vas a pedirla. Nadie espera que un graduado de 22 años se las sepa de todo, así que si tienes 22 años y te las sabes de todas, no lo digas.
• Admite que no tienes todas las respuestas. Contesta las preguntas diciendo ¿Yo creo…? o ¿De acuerdo con lo que sé de la industria?
• Si te tomaste un tiempo en decidir tu dirección admítelo. No todos tienen todas las respuestas a la edad de 18 o 19 años que es cuando tienes que decidir el curso profesional de tu vida. Sólo muestra de qué manera por tus estudios y por tus actividades extracurriculares eres el mejor candidato para la vacante que están solicitando.
• Con estos consejos, al aplicarlos durante la entrevista de trabajo te aseguro que tu desempeño va a ser muy favorable. Te deseo mucha suerte.

 

Que NO hacer en una entrevista de trabajo
Por Isabela Loyola
Las entrevistas de trabajo son un método indispensable en cualquier proceso de reclutamiento. Es por eso que debemos prepararnos con anticipación y aprender a vendernos a través de las respuestas que ofrecemos, la imagen que presentamos y el interés que nos genera la oferta que nos están haciendo.
A continuación mencionamos los errores más comunes en las entrevistas de trabajo:
Puntualidad
Es recomendable, llegar 20 minutos antes de la hora programada para la entrevista, para tener tiempo de estacionar el auto y ser puntual. Si se tiene duda de cómo llegar al lugar de la entrevista, es importante hablar a las instalaciones en las que va a realizarse la misma, para no tener ningún tipo de inconveniente.
En lo primero que se fija el reclutador es en tu puntualidad. Cuando llegas tarde, das una imagen de falta de respeto al tiempo del reclutador.
Ir mal vestido
Tu apariencia es importantísima para el reclutador, porque refleja tu seguridad, atención al detalle, aspiraciones y actitud. Un candidato que llega mal vestido y desarreglado a la entrevista inmediatamente disminuye sus oportunidades de ser contratado porque el reclutador percibe que va a entrevistar a una persona a la que no le interesa el puesto y que, si evidentemente es descuidado en su aspecto, seguramente lo será también en su trabajo.
La clave es vestirse como si ya tuvieras el puesto al que te estás postulando. Debes observar todos los aspectos de tu apariencia, desde la ropa planchada y limpia, uso de una loción discreta, y hasta tener buen aliento.
En el caso de las mujeres es importante cuidar el peinado, asistir a la entrevista con traje sastre ya sea pantalón o falda y de colores obscuros o conservadores. Hay que evitar el uso de adornos muy ostentosos. En el caso de los hombres, es importante asistir a la entrevista con traje oscuro, azul, gris o negro, con camisa blanca portando una corbata seria. El objetivo es mostrar una imagen profesional.
Finalmente, es importante cuidar también el uso del perfume cuando se va a asistir a una entrevista, ya que hay olores muy penetrantes.
Cuida la imagen y el lenguaje corporal
Estas en una entrevista de trabajo. Observa a la gente de ventas siempre se sientan derechos, un poco al frente, no sentado como si estuvieras en la sala viendo televisión.
Es muy importante el evitar acudir acompañado por familiares, amigos, etcétera a la entrevista ya que esto no causa una buena impresión al reclutador.
Tener una actitud sumisa o arrogante
Definitivamente cualquiera de estos extremos te cierra las puestas de la empresa, porque refleja conflictos de autoestima, seguridad, comunicación y actitud las cuales afectan tu desempeño y la relación con el equipo de trabajo.
La actitud ganadora en una entrevista de trabajo es ir con disponibilidad y apertura para hablar de cualquier tema relacionado a tu perfil, a la vacante, a la empresa o a la industria, pero siempre manteniendo un trato profesional. Recuerda que el reclutador, por más agradable que sea, no es tu amigo de confianza. Calcula muy bien tus respuestas para evitar darle información que pueda ser usada en tu contra.
Es importante hablar con ORGULLO Y PASIÓN de tus logros sin ser arrogante.
Hablar mal de tu empleo y jefes anteriores
Esta regla es básica, pues refleja tus valores de lealtad y compromiso con las empresas en las que has trabajado.
Existen muchos casos en los que la gente se ve orillada a renunciar por llevar una mala relación con su jefe, acoso, situaciones incómodas, etc.; sin embargo, durante la entrevista es mejor evitar entrar en detalles y simplemente responder que aprendiste mucho en tu empleo anterior y que ahora estás en busca de una nueva oportunidad que represente un mayor reto con mayores responsabilidades y que esté más enfocada a tus intereses profesionales. Recuerda que el reclutador no es tu confesor, y debes tener en cuenta que toda la información que proporciones será usada a tu favor o en tu contra, así que calcula bien tus respuestas.
No ver a los ojos-
Este detalle refleja sumisión y desconfianza. Una persona que no mira a los ojos a su interlocutor es porque se siente inferior a esa persona o porque tiene algo qué esconder. Sea cual sea la razón, esto genera que el reclutador se sienta incómodo y dude de las habilidades y experiencia del candidato.
¿Tú contratarías a un tesorero que no te viera a los ojos?
No recordar fechas y datos importantes (cifras, volumen de ventas, etc.)
Esta situación también genera desconfianza en el reclutador y le hace pensar que no vienes bien preparado. Es importantísimo que te sepas tu currículum al derecho y al revés, porque el reclutador puede hacerte preguntas en desorden y no puedes quedarte callado.
Te recomendamos que, ya sea que te lo pidan o no, subas tu CV completo a su bolsa de trabajo y lo lleves impreso para facilitarle la secuencia de la entrevista.
Tener como meta a corto plazo poner un negocio propio, irse a vivir al extranjero o administrar un negocio ya existente en conjunto con su empleo
Los americanos le llaman un Showstopper, definitivamente esta respuesta te descalifica del proceso porque ninguna empresa le va a invertir tiempo y dinero a la capacitación de un empleado que planea irse al corto plazo. Todas las empresas buscan profesionistas que quieran hacer carrera dentro de la compañía.
Contestar llamadas o dejar el celular prendido
Tu prioridad en ese momento debe ser la entrevista de trabajo. Es una falta de respeto interrumpir una entrevista para tomar llamadas, porque le das a entender al reclutador que no estás tan interesado en esa vacante como para desconectarte un momento y enfocarte en lo que te están ofreciendo. Aún si el reclutador contesta una llamada, tú NO te puedes dar ese lujo en una entrevista. No fumes, no masques chicle durante la entrevista.
Hablar de sueldo y prestaciones en la primera entrevista
La remuneración es un tema muy importante, no lo negamos, sin embargo no debe ser tu motivación principal en el trabajo. Si un reclutador te está buscando, es porque quiere hacerte una oferta interesante.
Es importante evitar el hacer preguntas al entrevistador relacionado con el sueldo ofrecido para la posición. Esto no es conveniente que se pregunté en la primera o segunda entrevistas, porque puede mostrar signos de ansiedad, lo cual no causa una imagen positiva al entrevistador. Hay una regla en ventas entre más se tarde de hablar de un precio (sueldo) más tiempo da para vender y más alta puede ser la oferta.
Usar un lenguaje muy rebuscado o muy coloquial
Siempre debes expresarte con elegancia y sencillez, sin caer en lo pomposo ni en el exceso de confianza.
Desgraciadamente muchos candidatos pierden su oportunidad al caer en alguno de estos excesos, por más preparados que estén.
No utilices términos técnicos que el entrevistador no entienda.
No dejes que los nervios te traicionen, responde con naturalidad y mantén siempre una actitud profesional. Un ejemplo nos ha tocado candidatos que usan la palabra estrategia, alineación a la estrategia, muchas veces en la entrevista pero que no logran decir que realmente hicieron.
Por último
Tú eres el responsable de crear empatía con el entrevistador. Sonríe. No solamente con el entrevistador, desde el policía de la entrada, recepcionista hasta con el director general.